Cuando elogie a su hijo por sus esfuerzos, seguirá intentando cosas nuevas y esforzándose por lograr sus metas.
• Elogie a su hijo en una forma realista y con amor.
• El elogio es más eficaz cuando es muy específico y cuando se centra en el esfuerzo, la perseverancia y la práctica.
• El centrarse en el esfuerzo y las mejorías permite que su hijo se desarrolle a su propio ritmo, sintiéndose más a cargo de su éxito y con más confianza cuando se enfrenta con desafíos.
• Recuérdele a su hijo de las veces cuando al principio luchaba por algo y que después tuvo éxito.
El elogio que es excesivo, poco realista, o que se centra en los logros y habilidades naturales de su hijo, puede causar que su hijo sienta menos confianza de poder enfrentar desafíos y lidiar con el fracaso. child to feel less confident about tackling challenges and coping with failure.
• El elogio de cualidades que son innatas puede quitarle a su hijo su sentido de control sobre cómo afrontar los riesgos. Tal vez llegue a pensar que sólo hace bien las cosas sobre las que no tiene control, como sus habilidades naturales. Esto lo deja sin las capacidades para lidiar con el fracaso.
• Frases rutinarias automáticas como “bien hecho” pueden hacer que su hijo sienta presión para “seguir así” con el “buen trabajo” y puede quedarse confundido con respecto a sus propias fuerzas y debilidades. Tal vez no entienda lo que fue bueno del trabajo que hizo.
• Evite el elogio que compara a su hijo con otros niños. Ayúdele a seguirse centrado en sus propios esfuerzos y motivación.
El elogio específico funciona mejor.
• Describa lo que ve sin compartir su opinión de qué tan bueno es. “¡Trabajaste muy duro y construiste un castillo de arena bien alto!” en vez de “Construiste un castillo de arena excelente”.
• Reconozca las interacciones positivas de su hijo con otros niños: “Tocaste muy suavemente la cara del bebé”.
• Comparta observaciones sencillas y positivas: “¡Te pusiste los zapatos solo!”
• Simplemente sonría al poner su atención en lo que hace su hijo (bailar, pintar, etc.)
El elogio puede fomentar comportamientos específicos al dejarle saber a su hijo cómo su comportamiento afecta a los demás.
• Si quiere animar a su hijo a compartir, puede decirle, “Gracias por dejar a Tomás jugar con tu pelota. Hiciste que Tomas se sintiera feliz al compartir con él” en vez de “compartiste bien” o “bien hecho”.
• El agradecer a su hijo es una forma de elogio. Si su hijo busca el reconocimiento puede decir, “Gracias por guardar tus juguetes. Yo estaba muy cansado”.