Si ama a su hijo, tiene que fijar límites. No puede permitir que un niño de 2 años domine la casa. Tal vez la idea le pone incómodo porque no le gusta batallar con su hijo, pero las reglas claras le ayudan a su hijo a sentirse seguro y a aprender la autorregulación. Las habilidades de su hijo de decir no, de controlar sus impulsos y de demorar la gratificación tendrán un impacto significativo en su desarrollo, en su éxito escolar y en la calidad general de su vida. El aprende estas capacidades fundamentales cuando usted fija límites.
La sociedad está repleta de límites. ¿Puede imaginar cómo sería el mundo si todos pensaran que pudieran hacer lo que quisieran siempre?
Recuerde que el fijar límites es para enseñar y no para castigar. Entre el ser padre que permite demasiado y el ser padre autoritario de mano dura hay un punto óptimo de guía empática. Su hijo necesita ayuda y práctica para fortalecer su tolerancia a la frustración. La investigación demuestra que su hijo se desarrollará de manera óptima en un ambiente de límites razonables.
El fijar límites beneficia a su hijo porque le enseña a:
• Entender la diferencia entre las palabras y las acciones.
• Tomar control de sus acciones y sentirse seguro.
• Regular y controlar sus sentimientos.