Amanda tiene tres años y su mamá estaba encantada al principio cuando Amanda comenzó a vestirse sola, pero de repente las mañanas se convirtieron en una batalla, Amanda se sentía apurada y su mamá se sentía molesta por el tiempo que Amanda se tomaba en elegir que ponerse. Juntas hablaron del problema y crearon un plan para una rutina en la noche. Agregaron un ritual para convertir un desafío en algo menos estresante.
1. RECORDAR: Cada noche antes de dormirse, ponen una canasta en el piso para recordarles a escoger la ropa para el siguiente día.
2. ACTUAR: Dejan amplio tiempo antes de dormirse para asegurar que Amanda tiene toda su ropa lista en la canasta para el día siguiente. También agregan un ritual exclusivo a la nueva rutina. ¡Encuentran un bolsillo o lugar especial en la ropa que elige Amanda y dejan un beso especial de Mamá que Amanda puede guardar ahí todo el día!
3. RECOMPENSAR: Amanda y su mamá reciben lo que necesitan. Amanda puede elegir su ropa, su mamá puede salir a tiempo en la mañana y ambas se sienten conectadas y más empoderadas.
4. REPETIR: Cuanto más Amanda y su mamá repiten la rutina y el ritual, más fácil, más rápido y más feliz se hace el proceso.