Todos tenemos una necesidad biológica para la seguridad, conexión y el amor.
Designe tiempo en los que pueda centrar su atención en su hijo. Suelte su lista de tareas pendientes, sus preocupaciones y tensiones para que pueda estar presente en el momento.
Desconéctese de todas las distracciones, incluyendo los dispositivos electrónicos. Cuando usted está presente, puede experimentar interacciones compartidas con su hijo de una manera más significativa y receptiva.
Comience identificando cómo se siente ese día, prestando atención a su ser interior y exterior.
- ¿Cómo me siento físicamente? ¿Acaso dormí, comí, estoy tenso(a)?
- ¿Cómo me siento emocionalmente?
- ¿Cómo va mi día? ¿Estoy ocupado(a) y abrumado(a)? ¿O estoy tranquilo(a) y disponible?
Una vez que esté al tanto de cómo está usted, podrá descifrar cuándo sería mejor desconectarse de las distracciones y estar presente con su hijo para compartir una experiencia, aunque sea por solo 5 o 10 minutos.
Respira, vaya más despacio, aquieta su mente. Esté presente y demuéstrele que le importa. Encuentra el placer en los momentos de conexión... ¡disfrútalo!