• Designe un lugar especial en su casa, como el cuarto de su hijo, en el que puedan centrar su atención el uno hacia el otro por unos minutos antes de decir adiós.
• Avísele a su hijo lo que va a pasar. Siéntese para estar al nivel de los ojos de su hijo, mírele en los ojos y dígale tranquilamente, “Mami se va en cinco minutos”. (Muéstrele los cinco dedos para reforzar el concepto.)
• Esté lista para traducir las lágrimas en palabras como, “Sé que quieres que Mami se quede contigo, pero Mami regresará. Mami tiene que ir _______(a la tienda/al trabajo)”.
• Quédese al nivel de los ojos de su hijo y lea el libro Un Abrazo Antes Que Me Vaya. storybook.
• Tal vez puede jugar el juego cucú con el Animalito Especial.
• Retire el Corazón del libro y dígale, “Tocaré mi Corazoncito especial hoy y pensaré en ti”.
• Dele el Animalito Especial a su hijo y dígale, “Cuando me extrañes, puedes abrazar a tu Animalito Especial y pensar en mí”.
• Dígale a su hijo que lo verá después de una actividad previsible en su horario como, “Mami regresará después de que tomes tu siesta”.
• Déjele saber a su hijo quién lo cuidará mientras usted no esté.
• Hable cálidamente acerca del cuidador (y hacia el cuidador) para crear confianza.
• Agregue un ritual a la rutina para decir adiós, creando una frase exclusiva como, “¡Adiós mi Paco Guapo – Te quiero!” (El niño se llama Paco.)
• Llévese el Corazón con usted. Deje que su hijo vea que usted mete el Corazón en un lugar especial como en su bolsillo o su cartera.
• Abrace a su hijo con confianza y dele un beso al salir.
Consejos útiles
• Use palabras cortas y sencillas.
• Practique. Deje a su hijo por períodos cortos de tiempo y poco a poco haga que sean más largas las separaciones.
• Recuerde, el tomar el tiempo para decir adiós le ayudará a su hijo a reconectarse de nuevo con usted en una manera más positiva cuando usted regrese.