Tal vez usted tiene la tentación de escaparse a escondidas y evitar un escándalo, pero eso suele hacer que su hijo sea más ansioso. Puede facilitar las separaciones que son dolorosas para los dos estableciendo una manera constante de decir adiós, parecido a lo que probablemente haya hecho para aliviar el estrés a la hora de dormir. La repetición de una rutina para decir adiós ayudará a su hijo a desarrollar un sentido de seguridad y facilitará una transición más tranquila de su presencia a su ausencia y a su presencia otra vez.
La constancia y predictibilidad capacitará su cerebro a anticipar su regreso.