Una manera fácil de practicar la sincronía con su hijo es mediante actividades en las que se toman turnos. Es fácil. A continuación, hay algunas ideas:
• Reflejar. Cuando interactúa con su hijo, responda a su acción con su propia acción que refleja los sentimientos internos de su hijo. Por ejemplo, si se ensanchan los ojos del bebé y le sonríe cuando usted le muestra el Animalito Especial, dele una sonrisa bien grande y dígale suavemente, “¡Ahí está! ¡Estás feliz de verlo!” Recuerde que la sincronía no es simplemente una imitación, así que no debe solo imitar las acciones de su hijo. Muéstrele, mediante sus propias expresiones y acciones, que usted refleja su experiencia interna.
• Jugar al cucú. Todos los juegos como el cucú y el escondite juegan con la idea de estar cerca y estar lejos. El cucú tiene beneficios particulares para los bebés y niños pequeños. Refleja el equilibrio delicado entre la conexión, la pérdida de conexión y la renovación de la conexión. Juegue el cucú con el Animalito Especial. “Ahora me ves, ahora no me ves, ya regresé de nuevo”.
• Escuchar música juntos. Mire cómo responde su hijo a la música y bailen juntos simplemente copiando los movimientos del uno al otro diciendo, “me toca a mí”, “te toca a ti”.
• Leer a su hijo. Nunca es demasiado temprano para empezar a disfrutar de libros sencillos e ilustrados con su hijo. Muéstrele las imágenes y hablen de ellas. Preste atención y siga lo que le interesa a él. Eso quiere decir ir más lento, saltar páginas o repetir el mismo libro varias veces.
Cualquier manera de leer juntos en estas primeras etapas es eficaz cuando hay una calidez y reflexión mutua entre los dos. Cuando su hijo es mayor, túrnense para dar vuelta a las páginas y para hacer comentarios de cada imagen o para describir cada página.
El apego no tiene que ver solo con el estar cerca físicamente. El apego saludable comienza al estar presente durante sus interacciones. Así que ¡aproveche estos momentos con su hijo para divertirse, reírse, abrazarse y aprender juntos!