Cuando regrese de algún lugar, tenga un plan antes de pasar por la puerta:
• Termine con todas sus llamadas y mensajes de texto para que pueda estar completamente presente cuando vea a su hijo.
• Tome unos momentos para tranquilizarse antes de pasar por la puerta. Por ejemplo, camine por la cuadra o quédese en el carro para escuchar su música favorita.
• Si se siente estresada, tome estos momentos para calmar sus emociones para que pueda entrar por la puerta con una actitud más tranquila. Si es necesario, respire profundamente varias veces antes de entrar.
• Salude a su hijo con un abrazo grande y un besote, sonría y saludése con su ritual exclusivo como, “Hola mi Julio chulo – Te quiero”. (El niño se llama Julio.)
• Deje tiempo para que su hijo reconozca su presencia. Algunos niños requieren más tiempo para conectarse de nuevo, así que no lo debe tomar a pecho.
• Muéstrele el Corazón y diga algo como, “¡Toqué mi Corazón especial hoy y pensé en ti!”
• Pase tiempo con su hijo antes de ir a hacer otros quehaceres de la casa.
• Si después de la rutina para saludarse, no tiene tiempo de estar a solas con su hijo, déjele saber en cual momento lo puede hacer después (que sea realístico). Podría decir, “¡Después de que te bañes, podemos leer un cuento juntos!” Ayúdele a su hijo a encontrar algo que hacer durante ese tiempo – por ejemplo, tal vez podría jugar cerca de usted mientras que usted cocina.