El diálogo interno puede ser útil en una gran variedad de situaciones. Como, por ejemplo:
• La planificación: Si usted dice, “Puedes tener un pastelito después de la cena”, su hijo se dirá, “Primero la cena, y entonces un pastelito”.
• La autodirección: Si usted se mantiene calmado con respecto a sus propios errores y dice, “Puedo intentar de nuevo”, su hijo aprenderá que es aceptable fracasar y decir, “Puedo intentar de nuevo”.
• La autorregulación: Si usted dice, “No puedes tener ese juguete ahora; esperemos hasta que tu amigo termine”, se dirá, “Ahora no, después de él”.
• La autorreflexión: Si le dice a su hijo, “Qué sonrisa tan grande tenías mientras le ayudaste a Sara. Parece que el ayudar te hace sentir feliz”, su hijo se dirá, “Me siento feliz cuando ayudo a los demás”.