• Siempre tenga en cuenta el temperamento y nivel de desarrollo de su hijo. Use un lenguaje sencillo para los niños pequeños y considere si sus expectativas son razonables para la edad y etapa de su hijo.
• Crea límites claros, firmes y consistentes. Entonces su hijo sabrá que esperar.
• Mantener la calma. Hable y actúe con calma, aun si su hijo está fuera de control.
• Presente los límites en una forma neutral. Esto le deja saber a su hijo que el límite no es un castigo.
• Emplee la palabra cooperación. Asegúrese de reconocer y agradecerle cuando coopera.
• Entienda los sentimientos que provoca el comportamiento de su hijo. Quédese en el presente, sin volver a sus propias experiencias de su niñez.
• Fije límites para solucionar problemas. Cuando su hijo sea más grande, ¡el fijar límites puede incluir el solucionar problemas juntos!