• Sugerir o demostrar estrategias para solucionar los problemas que hacen que su hijo se sienta frustrado.
• Dividir el problema de su hijo en partes manejables. “Quieres armar este rompecabezas bien grande. Primero, dividamos las piezas por color y entonces te ayudo a armar el rompecabezas”.
• Usar el humor cuando sea posible. ¡Puede reducir la tensión y aumentar la diversión!
La toleración a la frustración no solo tiene que ver con aceptar la desilusión. También le enseña paciencia y perseverancia a su hijo, cómo persistir con un problema o desafío y cómo encontrar una solución. Esa es una lección necesaria para la vida que también beneficiara a toda la familia.