No importa qué tan joven o tan viejo sea usted, uno no puede obtener siempre lo que uno quiere. Su hijo aprenderá esto bastante temprano, junto con el cómo se siente estar desilusionado. Con el tiempo, aprenderá que la vida presenta obstáculos. No es siempre fácil ver que se enoja su hijo, pero si lo protege de los desafíos normales y si se cede a todo lo que el quiere, le privará a su hijo del crecimiento que viene con el poder adaptarse al cambio y enfrentar los altibajos de la vida.
Cuando le enseña a su hijo a demorar la recompensa al aprender a esperar, le ayuda a desarrollar la tolerancia a la frustración. Adquirirá la capacidad de aguantar la incomodidad de no obtener lo que quiere cuando lo quiere. La tolerancia a la frustración es una experiencia necesaria para la vida.