Las interacciones que tiene con su hijo forman una parte importante en su futura capacidad para autorregularse. Cada vez que usted calma su propia ansiedad, controla su enojo, maneja sus emociones poderosas o demora la recompensa, está regulando su estado interno. El mostrar cómo usted regula sus propias emociones o comportamiento en varias situaciones ayuda a su hijo a aprender a hacer lo mismo. Por ejemplo, si usted quiere nadar antes del almuerzo, podría decir, “A mamá le encantaría nadar ahora, pero voy a esperarme hasta después que prepare el almuerzo”.