Entre al mundo de su hijo mediante el juego. Cuando usted y su hijo juegan juntos, fomentan una conexión. Piense en su propia niñez. ¿Recuerda sus maneras favoritas de jugar?
Hay muchas maneras de apoyar a su hijo en su juego, inclusive de preparar bien el ambiente, estimular interacciones y tomar un paso para atrás, apoyar la resolución de problemas y jugar con su hijo. ¡Hay tantas maneras de jugar! Considere las siguientes:
El juego físico
El brincar, escalar, bailar y saltar son todas maneras de disfrutar del juego físico con su hijo. Cuando su hijo desarrolla más habilidades de movimiento, puede sentarse en el piso y hacer rodar una pelota el uno al otro o acostarse en el piso y dejar que su hijo suba encima de usted mientras que se ríen y se abracen.
El juego físico activo se ha asociado con áreas del desarrollo del cerebro que ayudan a su hijo a calmarse solo, controlar sus impulsos, desarrollar capacidades organizativas, y ayudar planificación motora.
El juego creativo
Déle a su hijo la libertad de crear proyectos divertidos. Crea arte con su hijo usando marcadoras lavables, crayones, pintura y pegatinas.
El juego creativo permite a su hijo usar su imaginación y a la vez desarrollar sus habilidades motoras finas y su coordinación óculo-manual. El juego creativo refleja y apoya las capacidades cognitivas en el desarrollo de su hijo. También le da la oportunidad de aprender de sus errores sin asumir las consecuencias.
El juego de construcción
Anime a su hijo a jugar con bloques, cajas de cartón y plastilina, aunque haga que todo se ensucie, ¡pero que se siente genial! Al crecer su hijo, jugará en maneras cada vez más sofisticadas, desde contar o amontonar bloques hasta construir modelos complicados de casas, ciudades o hasta crear ambientes de dinosaurios.
El juego de construcción ayuda a su hijo a aprender ideas espaciales, de patrones y formas, que crean las bases para aprender más tarde la matemática. Cuando su hijo juega con otros puede adquirir experiencia en la cooperación, la resolución de problemas y el tomar turnos.
El juego imaginativo
A los niños les encanta inventar cuentos y representar sus fantasías. Anime a su hijo a inventar un cuento o una situación y represéntenla juntos. Puede comenzar diciéndole a su hijo, “¡Imaginemos juntos!” Entonces, permita que su hijo lo dirija. Por ejemplo, pueden jugar a la casita y divertirse planeando el menú para una cena, cocinando (con comida y platos de plástico) y hasta planeando la lista de invitados.
El juego imaginativo anima el pensamiento creativo, la expresión, la resolución de problemas y la empatía. Puede ayudar a su hijo a superar sus temores o hasta puede cambiar la realidad al fingir enviar un bebé de regreso al hospital.
El juego de roles
Cuando usted y su hijo juegan juntos, ambos pueden fingir ser otra persona. Pueden convertirse en personajes como bomberos, princesas, maestros, etc. Tenga disfraces o ropa vieja, gorras, zapatos, títeres o muñecas que puedan usar. Pueden actuar una misión de rescate en el que usted juega a ser un bombero y su hijo la policía.
Mediante este tipo de juego su hijo aprende a quedarse en su propio rol (de policía) teniendo en cuenta los de otros (el bombero). Esto le ayuda a su hijo a aprender a ser flexible y a adaptarse a los giros inesperados en el juego.
¡Desconectase y juegue! No solo es bueno para el desarrollo de su hijo – también estará creando memorias. ¡No hay aplicación tecnológica para eso!